Obesidad infantil: un peligro en aumento

Hoy en día la obesidad es uno de los principales problemas que afecta a grandes y chicos, en la mayoría de casos, debido al estilo de vida sedentario que se tiene. Por ello, la doctora Cynthia Salcedo, nos explica más sobre este tipo de enfermedad y sus consecuencias en la salud de los niños.

¿Qué es la obesidad en los niños?

La obesidad se define como el exceso del tejido adiposo en el cuerpo de las personas. En los niños este tipo de enfermedad es muy frecuente de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, e incluso se le considera como uno de los problemas de salud pública más peligrosos del siglo XXI.

¿Cómo saber si mi niño sufre de obesidad?

Para identificar esto, es necesario tener en cuenta factores como: la estatura, edad, y peso del niño.

Sobrepeso y obesidad, ¿son lo mismo?

Hablamos de sobrepeso cuando se tiene un exceso de peso de entre un 10 y un 15%, mientras que la obesidad es la acumulación excesiva en el organismo de reservas de energía en forma de grasa.

¿Cuáles son las principales causas de la obesidad infantil?

Las principales causas que generan obesidad están relacionadas al estilo de vida de los niños. Principalmente, por el desequilibrio en la ingesta calórica y el gasto calórico. Es decir, los niños están ingiriendo dietas con alto contenido de grasa y azúcares, dejando de lado la actividad física y acostumbrándose al sedentarismo.

¿Cómo les afecta ante un posible contagio de COVID-19?

Las personas con obesidad tienden a verse más afectadas por el COVID-19, y en los niños este también podría ser un factor de riesgo que puede ocasionar la hospitalización del paciente o hasta ingreso a Unidad de Cuidados Intensivos.

¿Cuál es el mejor tratamiento para la obesidad infantil?

El objetivo fundamental para el tratamiento de la obesidad, es conseguir el peso ideal de acuerdo a la talla del niño, conservando el aporte nutricional para favorecer el crecimiento del menor. Para ello, es necesario tener en cuenta tres pilares: la motivación del niño, que se mantenga una actividad física y una dieta adecuada.

Un niño obeso tiene mayor probabilidad de convertirse en un adulto obeso, y por tanto, presentar un mayor riesgo de padecer distintas enfermedades. Por eso, te invitamos a combatir la obesidad, apoyando las buenas prácticas de alimentación, la actividad física y realicemos los chequeos periódicos a nuestros niños.



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